Semillas de esperanza: evitando los suicidios de agricultores en la India

Entrevista a Sunil Simon, jefe de equipo de Gestión de recursos naturales para Cáritas India.

Tristemente, muchos agricultores de la India se han suicidado en los últimos años. ¿Puede contarme más sobre esto?

No estábamos seguros de por qué se estaban produciendo estos suicidios. Todos decían: “es por los préstamos”. Durante la época de cosecha, los agricultores acuden a un prestamista para obtener un adelanto con el que poder comprar semillas, fertilizante e insecticida. Llegan a contraer una deuda importante.

Realizamos una evaluación y nos dimos cuenta de que no es sólo por los préstamos. También hay otros factores sociales y medioambientales –principalmente las sequías y el retraso de los monzones. A veces es por salud o por motivos familiares. Si tienen una niña que vaya a casarse, lo que se gasta en una boda es una cantidad enorme para un pequeño agricultor, incluso dejando a un lado la dote.

¿Qué ocurre cuando los agricultores se endeudan?

Los bancos y los prestamistas ejercen mucha presión sobre las familias para que devuelvan el préstamo. Se convierte en un círculo vicioso. El deudor puede ser presionado o amenazado con el embargo de su terreno, o lo amenazan con llevarse a sus hijos y hacerlos esclavos. Puede que tengan que abandonar el terreno o venderlo.

Los bancos tienen agentes de recaudación especiales. Los prestamistas están siempre allí. Siempre están allí… Tienen “Gundas” −matones− que siguen a la gente que debe dinero. Es una tortura mental. Por ello, la gente acaba pagando con cualquier cosa que tengan.

Si una persona endeudada se suicida y el préstamo lo ha realizado el gobierno o un banco, existe la posibilidad de que dicho préstamo sea condonado.

¿Cómo está ayudando Cáritas?

Normalmente, son los hombres los que se suicidan. Los restantes miembros de la familia quedan en shock después de que el cabeza de familia los haya dejado en una situación tan pésima. A veces, cuando la persona muere, la familia ni siquiera tiene nada para comer.

Nosotros hemos puesto en marcha tres iniciativas para las familias, especialmente para las viudas. “Acompañamiento” –ofreciendo apoyo psicológico a los miembros de la familia para que puedan superar este trauma. Apoyo legal mediante abogados locales, para enfrentar los cargos por no devolver el dinero. Y por último, apoyo para subsistir –ayudándolos a poner en pie un pequeño comercio o a aprender costura. Dándoles máquinas de coser, por ejemplo, o proporcionándoles un búfalo, una vaca o cabras.

 

 

En materia de prevención, ¿cuál es la respuesta?

Tenemos un programa llamado FARM: Facilitating Agricultural Regeneration Measures (Facilitar las Medidas para la Regeneración Agrícola). Hemos arrancado este programa centrándonos en tres focos: Maharashtra, Andhra Pradesh y Kerala. Intentamos asegurarnos de que los agricultores planten sus propias semillas y creen sus propios bio-fertilizantes y repelentes de plagas. Esto es mucho más barato que comprarlo en el mercado.

Nuestro programa reduce su dependencia, por lo que no tienen que pedir préstamos.

Pero, ¿las semillas que el exterior vende tienen un mayor rendimiento y así los agricultores ganan más con su cosecha?

Las semillas híbridas no se pueden reutilizar, no producen [otra generación de] semillas. En ese caso, siempre tienes que depender de empresas para la semilla.

En materia de producción, las semillas podrían dar un rendimiento más alto, pero las semillas híbridas requieren más gastos, como fertilizante, pesticidas, insecticidas, agua y un clima favorable para una producción óptima. Si hay una sequía y no cuentas con un sistema de irrigación, esa cosecha se perderá.

Las variedades locales son más resistentes frente a las pequeñas aberraciones del clima. Pueden aguantar sequías o inundaciones, pero el rendimiento es menor.

Entonces, ¿qué hacen en cuanto a las semillas locales?

Hemos iniciado bancos de semillas. Tenemos un centro en la parte de Maharashtra golpeada por el suicidio. También tenemos una “granja modelo” en la que enseñamos a los agricultores.

Tras buscar en muchos lugares, encontramos a algunas personas que seguían utilizando las variedades de semillas locales. Les compramos aquellos pocos kilos de semillas. En un principio, nuestros miembros de la “escuela de campo para agricultores” las cultivaban en nuestra granja, y empezaron a multiplicarlas.

Distribuimos las semillas por los pueblos. La comunidad se reunió y decidió que cada persona que coja una semilla de la comunidad ha de devolver el doble de la cantidad cogida tras la cosecha. Si cogen un kilo de semillas para plantarlas, más tarde deben dar dos kilos de semillas al banco de semillas de la comunidad.

Nuestra intención era crear un banco de semillas en cada pueblo para que fuese de su propiedad, entre 12 y 14 variedades distintas, como el mijo local.

También ha mencionado que los agricultores se endeudan para comprar fertilizante e insecticidas.

Intentamos centrarnos en las buenas prácticas tradicionales para producir cosas más baratas y respetuosas con el medioambiente y con la agricultura, para que no tengan que traerlas de fuera.

Todos los fertilizantes químicos que compras son básicamente salados y matan a los microbios. Si echas fertilizante químico a una hormiga o a una lombriz de tierra, morirá. Es bastante ácido. Si el abono no tiene seres vivos, este está muerto. Una sobredosis de fertilizantes y pesticidas se filtra en el agua subterránea y la contamina.

Hay prácticas tradicionales demostradas que intentamos hacer resurgir para mejorar la actividad de los microbios en el estiércol. Mejoramos el excremento de vaca con el proceso de abono. Añadimos todos los desechos naturales junto con el excremento de vaca y le echamos lombrices de tierra. También usamos residuos domésticos.

¿Qué ocurre con las plagas?

Podemos mezclar diferentes tipos de hojas amargas que una cabra no se comerá. Las cabras son selectivas, únicamente comen hojas con buen sabor. Identificamos las otras hojas y las mezclamos con excremento y orina de vaca, y esto lo rociamos. Hemos descubierto que éste es un muy buen repelente de plagas. ¡Es cierto que huele mal! (risas). Hay muchas mezclas similares.

Ha mencionado que la sequía es un problema.

Hemos realizado muchas actividades de tratamiento de tierras, como poner diques. Normalmente, cuando llueve, toda la capa superior del suelo rica en nutrientes es arrastrada. La construcción de diques –zanjas para la absorción del agua− permite que el agua se recoja en zanjas y aumente el nivel de humedad. Tras la lluvia, el agua permanecerá un largo tiempo allí. En zonas donde las precipitaciones son irregulares, estas técnicas son muy útiles. Hemos tomado muchas otras medidas para la recogida de agua.

Todas estas prácticas tienen que hacerse manualmente, tienes que tomarte un tiempo y prepararlas. Pero los agricultores no necesitan ningún préstamo para esto.

 

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