Eliminando las sobras: ideas estupendas de Caritas Japón


La Srta. Fumiko Kiyonaga es la responsable de la campaña “Una sola familia humana, alimentos para todos” en Caritas Japón. A continuación, ella nos explica por qué Caritas Japón ha decidido centrar su campaña en el desperdicio de alimentos, como asunto destacado de la misma.

La tartera de Caritas Japón se llama “Mottainai-ner” y tiene un espacio arriba en la tapa para poner palillos plegables y el fondo se comprime. Su nombre se refiere a un término  japonés que significa “lamentar el desperdicio.”

La tartera de Caritas Japón se llama “Mottainai-ner” y tiene un espacio arriba en la tapa para poner palillos plegables y el fondo se comprime. Su nombre se refiere a un término japonés que significa “lamentar el desperdicio.”

¿Puede decirme usted que significan estas tarteras y para qué sirven?
Es un tipo plegable de tartera de plástico. La parte de arriba es de plástico y la de debajo de silicona ampliable. La llamamos “Mottainai-ner”. Es una tartera para llevar las sobras o el almuerzo. En la parte de arriba figura el eslogan de la campaña: “Una sola familia humana, alimentos para todos”.

Vendemos estas fiambreras en todos los actos que organizamos para la campaña “Alimentos para todos” y en las iglesias.

¿Cuándo propusieron ustedes idea en Caritas Japón para la campaña “Alimentos para todos”, por qué decidieron usar la tartera?
Cuando examinamos las ideas propuestas, pensamos que preferíamos elegir algo práctico. Usando la tartera, no solo llevamos a casa las sobras de comida, sino que además nos sensibilizamos sobre el problema del desperdicio de los alimentos y del desequilibro reinante en la distribución de alimentos en todo el mundo.

En Japón es realmente poco frecuente el uso de tarteras para llevarse las sobras del restaurante a casa, algo muy frecuente y normal en EE.UU. Sin embargo, decidimos preparar las tarteras con la idea de “no desperdiciar los alimentos – aprovechar las sobras usando la fiambrera”.

¿Por qué decidió Caritas Japón poner al centro de su campaña el desperdicio de alimentos?
Japón importa muchos alimentos y también desperdicia una gran cantidad de ellos: unos 18 millones de toneladas. El índice del desperdicio de alimentos en Japón es realmente alto. Los alimentos que nosotros desperdiciamos exceden ampliamente los 6 millones de toneladas de ayuda alimentaria que distribuye el Programa Mundial de Alimentos a la gente que pasa hambre.

Muchas hortalizas y fruta también se desperdician en la fase de venta. Con frecuencia, la razón es simplemente que el tamaño y el aspecto no responden a los estándares. Si hay un error de imprenta en la caja o daños en el embalaje, o incluso solo porque la fecha de caducidad está cercana, con frecuencia se tira todo a la basura, aunque todavía sean comestibles.

También es una cuestión de marketing, demasiados anuncios publicitarios empujan a los consumidores a comprar más de lo que necesitan.

¿Puede usted decirme algo más sobre el nombre de la tartera?
“Mottainai” es un término japonés que implica un sentimiento de arrepentimiento respecto al desperdicio. El Premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai, dio a conocer el término “mottainai” como eslogan para la defensa y protección del medio ambiente.

“Mottainai-ner” es un término creado por Caritas Japón, que une las dos palabras japonesas “mottainai” y “recipiente”.

También significa que una persona se comporta en el espíritu de Mottainai.

¿Qué esperan ustedes que la gente comprenda cuando use la tartera?
En Japón, hay pobreza, pero hay pocos niños que pasan hambre. Todo el mundo piensa que el problema está lejos. Usando esta tartera, somos más conscientes del desperdicio de alimentos y la distribución desigual de los alimentos en el mundo. Además, le pedimos a mucha gente que colabore apoyando nuestros proyectos, usando el dinero que se ahorra recortando gastos en alimentos. Los recursos obtenidos vendiendo las tarteras financian dos proyectos de seguridad alimentaria y agricultura en África.

También le damos a la gente que compra la tartera el mensaje del Papa Francisco.

En Japón también se están produciendo cambios. Por ejemplo, hoy en día las cajas de alimentos con daños de embalaje y con otros problemas “estéticos” se distribuyen en los bancos alimentarios de Japón, para evitar el desperdicio de alimentos y ayudar a las personas necesitadas.

¿Me puede decir algo más sobre ese programa financiado en África por esta iniciativa de Caritas Japón?

En Uganda, un beneficiario nos enseña su cosecha de pimientos verdes.

En Uganda, un beneficiario nos enseña su cosecha de pimientos verdes.

Una parte del dinero que recaudamos con las tarteras irá a Uganda, en donde estamos ayudando a unas 3000 personas en tres diócesis: Fort Portal, Mbarara y Kabale. Estamos reforzando la agricultura local de manera sostenible, por ejemplo, utilizamos fertilizantes orgánicos en lugar de químicos.

De cada 600 yens, 105 (que equivale a un dólar de EE.UU.), que es el preciso de la ‘Mottainai-ner’, está destinado a este programa de Caritas Uganda.

Otros beneficiarios ayudarán a un proyecto de adaptación al cambio climático en Kenia. Para la gente que carece de agua en la temporada seca, a causa del cambio climático, este proyecto facilita el acceso al agua, con la construcción de una presa. También hay capacitación en técnicas agrícolas y se asignarán algunos recursos de Mottainai-ner a simientes.

En ambos países, los agricultores pueden compra, por ejemplo, 25gr de semientes (remolacha, zanahorias, tomates, berenjenas, etc.) para cosechar entre 40 y 50 kg de hortalizas.

¿Cómo ha sido la reacción de la gente a las tarteras?
He recibido una carta de agradecimiento de una señora que compró la fiambrera. Ella dice que es una buena ocasión para recordar que hay gente que se muere de hambre.

Esta iniciativa ha ayudado a los participantes japoneses a sentirse más cerca de otras personas vulnerables, en Uganda y Kenia, mientras comparten sus dificultades como una sola familia humana. Queremos vincular más claramente a nuestros donantes de aquí, con nuestros beneficiarios en el extranjero. Con el fin de compartir el amor de Dios.

 

Entrevista de Laura Sheahen

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