Carta de mujeres: cómo combatimos el hambre

Los programas de Cáritas en todo el mundo dan poder a las mujeres para que cultiven sus alimentos o para que aprendan habilidades de modo que puedan ganarse la vida y dar de comer a sus familias. Un grupo de mujeres de Pakistán escribió esta carta a otros grupos de mujeres, compartiendo sus experiencias y sus logros.

A otras mujeres que están luchando:

¡Saludos del grupo de mujeres de Cáritas Pakistán Karachi!

Vivimos en áreas rurales o en los suburbios de las ciudades más grandes de nuestro país. Comprar verduras caras se iba haciendo más duro cada día.

The women held a cooking contest using their produce.

Las mujeres hicieron un concurso de cocina usando sus productos

Solo podíamos cocinar una comida al día para nuestras familias pues el precio de los productos seguía en aumento diariamente. Aquí, cada tienda tiene sus propios precios.

Cuando en Karachi había violencia o una huelga, nuestros hombres no podía ir a trabajar. En aquella época, todos nos íbamos a dormir hambrientos porque no teníamos dinero para comprar verduras.

Sin embargo, tras poner en marcha un Programa de Huertos y asistir a la formación ofrecida por Cáritas, aprendimos a plantar semillas de varias verduras.

Estas verduras cultivadas en casa saben bien y no usamos productos químicos; esperamos que esto mejore la salud de nuestras familias. Nuestros hijos comen verduras frescas para combatir la malnutrición.

Nuestros gastos mensuales han disminuido y ahora ahorramos entre 1500 y 1200 rupias (12 euros), el dinero que solíamos gastar en la compra de verduras. Nuestros familiares y vecinos también se llevan verduras al menos dos veces a la semana.

Les aconsejamos que aprendan el cultivo de huertos caseros. Empiecen a cultivar plantas donde tengan espacio. Esto supone verdaderamente un cambio.

Aúnen sus fuerzas con “Una familia humana, alimentos para todos” y háganse independientes.

Saludos cordiales,

Grupo de mujeres de Huertos Caseros
Cáritas Pakistán Karachi

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